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Canto de Penélope en desvelo

Te devuelvo tus palabras
Hechas fragmentos
Los labios rotos
El silencio austero

Te devuelvo los sueños
Compartidos y sinceros
Míseros retratos
De ese otro tiempo

Te pongo en tus manos
La historia que fueron
Caricias inquietas
Sobre mi tibio cuerpo

Te debo todas esas páginas
Con que nos cubrimos
Del frío invierno
Abrazo a penas, etéreo

Consumidas por el fuego
De un simple sueño
Que fuimos
Al estarnos siempre despidiendo

Te entrego los recuerdos
Que se han quedado
En los rincones
De los lugares nuestros

Te pienso, parado al umbral
De este extraño cuento
Sin un final
Para volver al comienzo

Aun te siento, imposible
Decir que no es cierto
Lágrimas de sal
Miras inquieto

La forma en que me voy
Haciendo oquedad
Vacío silencio
Pero te sonrío, te miento

Para que te hagas ausencia
Pasado que anhelo
Hay que olvidar
Letra a letra, te destejo

Te acaricio, uno tus labios
Ya no con mis besos
Sólo con palabras
Que nos miran de lejos

Te encuentro a toda hora
Oculto entre líneas
De la lectura
De cada rincón de mi cuerpo

Te regalo el olvido
Que sea sólo tuyo
Que a mi me basta
Con los recuerdos

Comentarios

  1. sus escritos están cargados de alta sensualidad su inmensa carga queda bajo velos magníficamente cortados, apenas y no a penas, asoman las tensiones altamente sexuales de los encuentros que gueron y no serám jamás nunca más.

    me laten, me laten esos escritos, que revelan esas sensaciones prfundas y misteriosas en la mayor parte de las mujeres, que son pornográficas en tanto hiperreales, y no por lo grotesco que puede resultar esa palabra, revelan la naturaleza humana, celebro esa vertiente que aborda

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  2. Le agradezco profundamente su comentario, es cierto sin duda que la sensualidad está en las palabras más que en las personas.
    Me sonroja un poco el que me señale usted, sin reparo, la intencionalidad erótica del texto. Me ha visto usted con tanta luz que ha terminado por transparentarme los vestidos.

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