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Mostrando entradas de 2015

Estado del tiempo I: solsticio de invierno

La niebla densa humedece las cosas sobre la ciudad, reposa sobre los techos. La noche más larga del año estira sus brazos sobre un día sin sol. Hoy es invierno ya, aunque no tan frío como dicen que será, aún se puede salir unos minutos al balcón del piso veintiocho sin zapatos, a escuchar la ciudad desde arriba, y luego correr adentro, a la esquina del calentador en el cuarto a recuperar las sensaciones en los dedos helados. El invierno del norte, tan lejos de los trópicos, casi a la orilla del abismo blanco del polo. Así el cielo hoy, empantanado de nubes, un inmenso blanco que lastima los ojos, con un sol atrás que no se asoma, pero ilumina todo. Los autos van con las luces prendidas a las diez de la mañana, reflejan su prisa sobre la calle mojada, amanece de noche esta ciudad que dicen que no duerme, aunque a mí me parezca siempre medio adormilada, medio onírica, moviéndose de esa forma extraña en que las cosas levitan en los sueños, avanzan sin tocar el suelo. La gente en los c

Memorial

Debía escucharse sólo el silencio, cuando pasaban ellos, con los pies sin tocar el suelo. Un ritmo quieto, su transcurrir por los sueños. En esas horas lentas en que los niños juegan a solas y los padres hacen la siesta. Andaban por sus ciudades como en otras épocas. Los hombres de las guerras, con sus heridas siempre abiertas, las miradas solas, las manos aún inquietas. O sólo el recuerdo de esos hombres, ni aunque sombras. Pasando por el aire, colándose entre los chubascos del verano sin mojarse, pura neblina en noches invernales. Al otoño se muestran, dónde el viento arremolina hojas. Cuando pasan por el camino, a la vera se siente el mirar de sus mujeres antiguas. Los ojos cristalizados, embalsamados de lágrimas. Pero estos hombres no las perciben, las piensan a la puerta de sus casas, estáticas. Gira la noria de sus recuerdos de estampa antigua. Sólo sombras en la hora más clara del día, no se cansan de darle vueltas a las calles donde se les perdió la vida. Mudos,

De las tormentas que me salvas

Conocí el futuro en las líneas de tus manos, que avanzan cada día milímetros imperceptibles, se hacen más claras, más fuertes, como surcos fértiles. Te descubrí a mirada de gitana, buscándole claves a las coincidencias más vagas. Y en estos días de tan dulces certezas, el pasado se diluye, se aleja, son largas las distancias por donde la memoria ya no navega; desembocan los ríos de la vida en el mar calmo de los olvidos. Me regalaste el olvido, a la luz de nuestra vida juntos, todo antes tiene colores insípidos, una tonalidad gris, como el polvo que se ocupa de las cosas que ya nadie toca. La bestia de la memoria reposa, en calma, con el estómago lleno de sensaciones nuevas, sin ansias, duerme el reposo amable de quienes finalmente tienen un dueño. Cierra los ojos sin temores. Pero esta noche el pasado se revuelve, busca la puerta, toca con la palma abierta sobre los vidrios de las ventanas. Parece que afuera llueve, parece que la noche grita los estruendos de sus historias, la l

A Pedro

Ahora te deben estar enterrando. Hombre de agua, de aire, de fluir acompasado; te llevan a la tierra, te siembran con tus alas bien plegadas en la espalda, y afuera, a la distancia, tus amigos estaremos esperando a que renazcas, de la tierra a donde te llevan saldrán brotes de hierbas necias, de las que se aferran, echan raíces que se extienden por donde quiera, y van con sus tallos fuertes a seguir al sol, a los horizontes lejanos, a otros prados, hasta donde vayan las ganas de seguir que nunca te faltaron. A la primavera, florecerán los prados sobre tu cuerpo, fertilizarán las cenizas de tus recuerdos, flores discretas que sonríen al sol en las mañanas y cierran sus pétalos por las tardes para soñar que son rosas de mar, navegantes sin fronteras. Sabías sonreír, con los ojos entrecerrados, hablabas sin molestar al silencio, hacías apología de la tranquilidad. Hombre de cielos abiertos, no sabías estar en casa, con los ojos siempre buscando las ventanas, los horizontes, las nubes